La exposición a violencia doméstica durante la infancia puede tener efectos persistentes en niñes y jóvenes. Quienes cuidan a niñes y jóvenes están en una posición única para buscar oportunidades de ayudarles a manejar y dar sentido a lo que han visto.

Primero, toma en cuenta si le niñe/joven, según su edad de desarrollo, presenta cualquiera de estos comportamientos:

Recién Nacidos a 5 Años de Edad

  • Trastornos del sueño y/o la alimentación
  • Falta de receptividad/desinterés
  • Intensa ansiedad ante la separación
  • Llanto incontrolable
  • Regresión del desarrollo, pérdida de habilidades adquiridas
  • Ansiedad intensa, preocupaciones o nuevos miedos
  • Mayor agresividad y/o comportamiento impulsivo

De 6 a 11 Años

  • Pesadillas, trastornos del sueño
  • Agresión y dificultad con sus pares
  • Dificultad para concentrarse y terminar tareas
  • Desinterés/insensibilidad emocional
  • Evasión o ausentismo escolar

De 12 a 18 Años

  • Fracaso escolar
  • Comportamientos impulsivos y/o imprudentes, por ejemplo:
    • Ausentismo escolar
    • Substance misuse Running away
  • Relaciones de pareja violentas o abusivas
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Desinterés

Fuente: Red Nacional para el Estrés Traumático Infantil

Si une niñe/joven muestra cualquiera de estos comportamiento, existen diversos tratamientos terapéuticos, programas y apoyos disponibles. Programa de tratamiento infantil de Carolina del Norte es un programa fiable que capacita y mantiene un directorio de terapeutas capacitades para atender a niñes y jóvenes con traumas como abuso sexual infantil y violencia y exposición a otras formas de abuso. Les terapeutas están capacidades en una o más de las siguientes terapias que han resultado útiles con niñes y jóvenes expuestos a violencia doméstica:

Otros programas comunitarios pueden ayudar a niñes y jóvenes a desarrollar habilidades, creencias y actitudes que fomentan resultados positivos y saludables. Llamamos a estas habilidades, creencias y actitudes factores de protección. Debajo encontrarás una gráfica que demuestra cómo distintos factores de protección pueden mejorar la recuperación de exposición a la violencia doméstica de niñes y jóvenes.